Expertos internacionales promueven superar el concepto de IA para acercar la tecnología a las necesidades reales de la sociedad.
La IEEE Standards Association (IEEE-SA) y el MIT Media Lab se han unido para crear el Global Council on Extended Intelligence (CXI) con una visión que amplia el campo de investigación de lo que hasta ahora conocemos como Inteligencia Artificial.
La declaración de intenciones de la nueva alianza proclama que “nuestro futuro se verá modelado por el uso de tecnologías existentes y emergentes, en particular sistemas autónomos e inteligentes, si bien no hay garantía de que el progreso que aportan sea beneficioso”.
“Creemos -continúa el manifiesto- que todos los sistemas deben ser creados de manera responsable para utilizar mejor la ciencia y la tecnología para un progreso social y ético tangibles. Las personas, empresas y comunidades involucradas en el desarrollo y despliegue de tecnologías autónomas e inteligentes deberían mitigar los riesgos predecibles en la fase de diseño. Esto ayudará a garantizar que estos sistemas se creen de tal manera que sus resultados sean beneficiosos para la sociedad, la cultura y el medio ambiente.”
Las tecnologías autónomas e inteligentes tienen el potencial de mejorar nuestras habilidades personales y sociales, aspectos que están mucho más integrados que lo que implica el término “inteligencia artificial”. Y aunque este proceso puede ampliar nuestra inteligencia cognitiva o hacer que ciertos individuos o grupos sean más poderosos, no necesariamente hace que nuestros sistemas sean más estables o socialmente beneficiosos.
El Council on Extended Intelligence centrará sus proyectos en tres áreas:
1 – Reconsiderar el proceso de creación y diseño de tecnologías inteligentes y autónomas.
Quienes estén involucrados en el desarrollo y despliegue de tecnología deberían asegurar una comprensión más amplia de los impactos que la adopción de sus productos tendrá sobre las personas, las sociedades y el planeta.
2 – Recuperar la identidad digital en la edad algorítmica.
Los modelos comerciales basados en seguir el comportamiento de los usuarios y el uso de modos de consentimiento obsoletos se combinan con el apetito de los estados, las empresas y las agencias por todos los datos que se pueden reunir. Las acciones prácticas y los resultados del trabajo del Consejo en esta área consistirán en desarrollar ecosistemas de datos personales mediante los cuales las personas creen sus propios “términos y condiciones” que sean algorítmicamente reconocidos y vinculados a fuentes de identidad confiables.
3 – Replantear los indicadores y métricas que definen las prioridades.
Los índices actuales que priorizan las ganancias a corto plazo tienden a reforzar los modelos económicos y sociales de la era de la Revolución Industrial. En las circunstancias actuales, es probable que el progreso en tecnologías autónomas e inteligentes refuerce aún más la dinámica de tales sistemas orientados a rendimientos a corto plazo, aumentando la desigualdad y las tensiones sociales y concentrando aún más la riqueza y el poder entre una clase cada vez más pequeña de personas privilegiadas.
“Por lo tanto, necesitamos desarrollar y utilizar métricas más amplias que capturen el bienestar de las personas y de nuestra Tierra como nuestro hábitat, no como una “externalidad” de las cadenas de producción y los mercados mundiales. Estas métricas se deben utilizar en el establecimiento de estándares, principios éticos y políticas que reflejen holísticamente los valores y expectativas explícitos de las comunidades donde se implementan. Esto impulsará el progreso tecnológico para servir al desarrollo inclusivo y sostenible que aumente la autonomía política y la democracia global.”
Las tres líneas de trabajo se concretarán en proyectos que permitan tanto crear procedimientos para un diseño participativo y responsable de la tecnología, establecer un marco universal del tratamiento de datos en la línea impulsada por la Unión Europea y definir nuevos indicadores económicos y sociales.
Además de las entidades impulsoras integran el proyecto profesionales de prestigio internacional como:
Lawrence Lessig – Facultad de Derecho de Harvard y creador de Creative Commons
Anne Carblanc – Jefe de la División de Política de Economía Digital de la OCDE
Lord Anthony Giddens – Miembro de la Cámara de los Lores del Reino Unido,
Jonathan Zittrain – Facultad de Derecho de Harvard,
Audrey Tang – Ministra digital, Taiwán
Jeffrey Sachs – Economista, Director del Centro para el Desarrollo Sostenible de la Universidad de Columbia,
Catelijne Muller – Miembro del Grupo de Expertos de Alto Nivel de la UE sobre Inteligencia Artificial