Se publica la edición en español de un libro largamente esperado: “La era del capitalismo de vigilancia”
La edición original del libro de Shoshana Zuboff, publicada en inglés ya hace unos meses, tuvo una extraordinaria repercusión en los ámbitos políticos, económicos y tecnológicos y se ha convertido en un referente crítico de las grandes corporaciones tecnológicas.
Con motivo de su traducción al castellano (Paidós) hemos seleccionado algunos fragmentos de la intervención de Shoshana Zuboff durante el congreso RightsCon 2020 celebrado el pasado mes de julio en la que expuso las ideas principales de su libro.
Shoshana Zuboff: “El capitalismo de vigilancia comienza con un audaz, inesperado, sorprendente y oscuro descubrimiento. Después de que el capitalismo lo ha mercantilizado todo durante siglos, en la década del 2000 descubrieron que la experiencia humana privada, lo que hacemos en nuestras propias vidas, podría ser tomada sin nuestro conocimiento, es decir podría ser robada, y convertida en datos sin ningún coste.”
“Hoy, los flujos de datos de nuestro comportamiento viajan a través de cadenas de suministro en fábricas computacionales del siglo XXI a las que llamamos Inteligencia Artificial. Como todas las fábricas, éstas también elaboran productos, en este caso basados en la predicción de nuestro comportamiento. Son predicciones que se venden en un nuevo tipo de mercado que podríamos llamar mercado de futuros humanos porque negocian exclusivamente sobre lo que haremos.”
“El primer mercado de futuros humanos fue el de la publicidad online en el que se compra un producto de predicción llamado tasa de clics. La capitalización de un billón de dólares de Google y la casi de un billón de dólares de Facebook derivan de esta lógica. Amazon entró en ella a posteriori, Microsoft lo ha hecho más tarde. Ahora comprobamos el éxito de esta lógica.”
La lógica es económica, no tecnológica
“Es muy importante entender que se trata de una lógica económica. No es tecnológica. Podemos desplegar las tecnologías digitales de mil formas diferentes. Esta es solo una de las posibles.”
“Para tener éxito en ese mercado, necesitas, primero, muchos datos. Yo la llamo economía de escala de la captura de datos. La cadena de suministro comienza cuando empezamos a navegar, buscar, publicar algo en Facebook… Esta captura se extiende a todos los dominios de la vida humana. En tu casa, en tu coche, en tu paseo por el parque, a tu flujo sanguíneo, a tus pensamientos…”
“Necesitan una gran variedad de datos, por lo que no es suficiente con lo que estamos haciendo en la red. Quieren tener nuestros sentimientos y nuestras emociones, conocer el estado de nuestra salud… Obtienen estos datos a partir, por ejemplo, del encorvamiento de nuestros hombros cuando caminamos por la calle, o de los gestos de nuestra cara a través del reconocimiento facial y de otras mil formas.”
“Luego hicieron un descubrimiento extraordinario: los datos más predictivos los obtienen interactuando con nosotros, influyendo en nuestro comportamiento y aprendiendo a sintonizar con nosotros para guiarnos en la dirección que optimiza sus ingresos.”
Un poder extraordinario y amable
“La pregunta que debemos hacernos es cómo es ese poder que usa la instrumentación digital para tener tal control sobre el comportamiento humano en todos los niveles.«
Este es un poder extraordinario. Para definirlo recurrimos a teorías y ejemplos del pasado y lo llamamos totalitarismo digital o fascismo digital y cosas así. Pero tratar de interpretar este nuevo poder mediante categorías antiguas en realidad nos impide comprender lo que está pasando.”
“Yo le llamo poder instrumental porque funciona exclusivamente a través de la instrumentación digital. No utiliza ejércitos con soldados armados equipados con altas botas que nos arrastran a un gulag en mitad de la noche. No nos amenaza con la violencia, el terror o el asesinato que caracterizó el poder totalitario. Esta es una forma de poder que viene en zapatillas y que nos ofrece un capuchino tal como nos gusta.”
“Es un poder basado en una cada vez más ubicua infraestructura digital omnipresente comandada por esta lógica económica que moldea nuestro comportamiento para que se alinee con sus intereses, radicalmente indiferente a todo lo demás, es decir radicalmente indiferente a nuestras necesidades reales, al estado del bienestar y a las necesidades de nuestras sociedades.”
“A largo plazo, el capitalismo de vigilancia tiene una visión de la sociedad instrumental en la que un poder privado irresponsable reemplaza a la democracia como árbitro del orden social. Este es el objetivo final de esta lógica económica y es esa razón la que me ha motivado durante tantos años a contar esta historia. Mi mayor deseo es que todos difundamos este conocimiento y trabajemos juntos para movilizarnos.”
Centrarse en las causas, no solo en los efectos
”En la próxima década debemos tomarnos el problema en serio y darle la vuelta a todo esto. No será en una legislatura, ni basta con una idea brillante. Tenemos que pensar en nuevas cartas de derechos, en nuevos marcos legales, en diferentes paradigmas regulatorios y nuevas instituciones.”
“Uno de los problemas es que cuando la gente intenta hacer algo se centra en los efectos, no en las causas. Los efectos son muy importantes pero a menos que lleguemos a las causas los efectos se van a repetir.”
“Por ejemplo, estamos preocupados por la desinformación. Con razón, porque es como un cuchillo que se abre camino a través de nuestras democracias y a través de nuestro orden social. Pero no podemos sólo centrarnos en la desinformación porque es un efecto de la lógica económica de la que hablaba antes. Tenemos que atajar los mecanismos que incentivan las prácticas que producen desinformación. Si no lo hacemos estaremos persiguiendo la cola del problema en una especie de carrera armamentista retórica con personas como Mark Zuckerberg.”
“Y no estamos hablando de una empresa, ni siquiera estamos hablando solo del sector tecnológico sino de una lógica que abarca todos los aspectos de la economía.”