Sintetizamos más de 200 predicciones publicadas por expertos de todo el mundo

Los gurús y los expertos se equivocan. A pesar de ello, en las últimas semanas de cada año publican todo tipo de predicciones sobre cómo será el impacto de la tecnología. 

En Collateral Bits no queremos ser menos. Queremos equivocarnos como el resto y para ello hemos analizado más de 200 pronósticos de expertos y consultoras de las cuales hemos extraído ocho tendencias.

1- La década decisiva

Cada vez somos más conscientes de lo decisiva que será esta década para el futuro de la humanidad. De cómo se actúe en los próximos (pocos) años depende la supervivencia del planeta. No hay mayor prioridad.

Kate Sutton y Laurie Smith, de la consultora británica Nesta, hablan de ‘ecoansiedad’. “Las personas se sienten impotentes y les resulta difícil saber qué hacer cuando se les dice no vueles, no comas carne, no conduzcas, no consumas. Creemos que en 2020 aumentará el número de ciudadanos que experimenten ‘ecoansiedad’ lo que obligará a los médicos a prescribir terapias de acción social que nos ayudarán a sentirnos mejor y abordar algunos de los desafíos que plantea la crisis climática.” 

La década será también decisiva para decidir la orientación que le damos a la inteligencia artificial. Según el escritor norteamericano William Powers “2020 podría traer un nuevo comienzo en nuestra manera de pensar la inteligencia artificial. Después del cambio climático, esta es la cuestión a largo plazo más urgente a la que nos enfrentamos. A medida que el capitalismo de vigilancia converja con el estado de vigilancia, crecerá la conciencia de que es preciso hallar un nuevo camino.” (The Objective)

2- Más tecnología, más invisible

Para encauzar la tecnología en beneficio del bien común es necesario conocerla, dominarla y tenerla presente. Sin embargo, la tecnología se está volviendo cada vez más invisible. A esta nueva etapa de invisibilidad los tecnólogos lo llaman informática ambiental, esto es, la que no precisa de objetos físicos para actuar. Ni móviles, ni ordenadores, ni artefactos. Estará ahí pero no la veremos ni la tocaremos. “Las tecnologías más profundas son las que desaparecen. Se entretejen en el tejido de la vida cotidiana hasta que no se pueden distinguir de él”, decía a finales de los 80 el investigador Mark Weiser de Xerox Parc.

En esta línea, Google impulsa una tecnología denominada Flutter que permitirá unificar interfaces transparentes para el usuario al estilo de las que ya utilizan los asistentes virtuales de voz.

La invisibilidad es la característica principal de los sistemas de autopago como los que implantan en los supermercados Amazon Go o empresas como Standard Cognition basadas en la visión por ordenador y tecnologías de reconocimiento de imagen. 

También son esencialmente invisibles los dispositivos de vigilancia y control de las personas. En las fronteras, en las calles, en los recintos públicos y privados… Y también en los lugares de trabajo.

Según un estudio de la consultora Gartner, en 2015 solo el 30% de las empresas usaban técnicas de monitorización de empleados. En 2020 se espera que crezca hasta el 80%.

El escritor norteamericano Dan Schawbel, pronosticador habitual en Linkedin, recuerda que “en países como Suecia miles de trabajadores han insertado microchips en sus cuerpos para registrarse en el trabajo sin necesidad de una tarjeta de acceso. En China, ya hay empresas que utilizan tecnología de vigilancia emocional para controlar las ondas cerebrales de los empleados a fin de identificar si están cansados, ansiosos o enojados.”

Las guerras cibernéticas e invisibles también se sofisticarán. La inteligencia artificial se utilizará profusamente en ambos bandos, el de quienes quieren asaltar los sistemas y el de quienes los defienden, predice The Guardian.

3- Internet de los sentidos

Michael Bjorn, del Consumer & Industry Lab de Ericsson, prevé que durante la década se irá consolidando la llamada ‘Internet de los sentidos’: “La tecnología avanzada tiene el potencial de permitir una Internet completa de los sentidos, agregando tacto, sabor, sonido y visión a nuestra experiencia digital, y en 2030, tal vez incluso la capacidad de comunicarnos digitalmente a través de nuestros pensamientos.”

4- Concretando la ética

En 2019, la consultora Gartner situaba la ética como una de las 10 principales tendencias tecnológicas del año. La realidad es que la palabra ‘ética’ anda un tanto devaluada tras el fracaso del comité de Google y el uso indiscriminado de muchas empresas en operaciones de maquillaje o ‘blanqueo ético’. Para 2020 Gartner ya no usa la palabra ‘ética’ en sus titulares pero advierte que serán tendencia aquellos desarrollos que sitúen en el centro el beneficio de las personas. Una de esas tendencias destacadas la titulan: Transparencia y Trazabilidad.

“A medida que los consumidores se vuelven más conscientes sobre cómo se recopilan y utilizan sus datos, las organizaciones también reconocen su creciente responsabilidad de gestionarlos. Además, los algoritmos se utilizan cada vez más para sustituir a los humanos en la toma de decisiones lo que hace necesario que la Inteligencia Artificial sea explicable. Esta tendencia requiere un enfoque en seis elementos clave de generación de confianza: ética, integridad, apertura, responsabilidad, competencia y coherencia.”

5- Trabajar no cansa, cuesta

Cesare Pavese decía en su famoso libro que “Trabajar cansa”. Hoy, trabajar quizás no canse tanto, sobre todo si nos referimos al esfuerzo físico que requiere el trabajo y si solo nos fijamos en los países desarrollados que respetan los derechos humanos.

En las sociedades desarrolladas, el trabajo cansará cada vez menos porque un gran porcentaje lo realizarán máquinas incansables. Debidos a su escasez, el trabajo se irá convirtiendo en una aspiración, a veces imposible pero en cualquier caso fragmentada gracias a la plataformización y a la desaparición paulatina de los empleos fijos y a tiempo completo. Lo llaman ‘gestión laboral alternativa’.

Según una encuesta de Deloitte de 2019, el 51% de las empresas tienen previsto implantar planes de ‘gestión laboral alternativa’. 

Lucía Velasco, miembro del grupo de expertos de la Comisión Europea sobre futuro del trabajo, predice que “en 2020 continuaremos asistiendo a una degradación del mercado laboral. Seguirán aumentando las ‘nuevas formas de empleo’ y los falsos autónomos. La plataformización se extenderá a sectores tradicionales y los números seguirán sin salir para nuestro sistema redistributivo”.

Ante la disgregación laboral, surgirá la reacción. Albert Cañigueral, experto en trabajo independiente, dice que “mires donde mires los trabajadores independientes del mundo se están uniendo con diversidad de propósitos y maneras de juntarse: para ofrecer su fuerza laboral de manera agregada, para acompañarse y aprender juntos, para crear “neo-sindicatos”, para mutualizar riesgos y buscar mejores seguros, acceder a formación, simplificar la gestión administrativa y para reclamar derechos sobre sus datos en las plataformas que usan”.

6- No basta con predecir el futuro, hay que precisarlo

Procesar ingentes cantidades de datos en tiempo real para conocer lo que está sucediendo ya no será suficiente. La tecnología de los datos evolucionará para mejorar las predicciones. La aceleración de los cambios y la incertidumbre que se genera en todos los ámbitos obligará a anticipar las decisiones y prever el futuro con mayor precisión. 

“Tendremos que ir un paso más allá para predecir lo que vendrá antes de que suceda, como un meteorólogo que predice el tiempo. Grandes conjuntos de datos pueden proporcionar contexto, establecer patrones emergentes y revelar grados de probabilidad. Con un poco de inteligencia artificial, la predicción está al alcance”, dice Tim Armandpour, vicepresidente sénior de ingeniería de PagerDuty, en un informe publicado en Forbes.

Otros autores, como el finlandés Esko Kilpi, apuestan por aprender a guiarse en la incertidumbre ante la imposibilidad de que anticipemos el futuro.

7- Atentos a la China

Por primera vez desde el siglo XIX, en 2020 las economías asiáticas serán más grandes que las del resto del mundo juntas. 

El Centro de Estudios Internacionales de Barcelona CIDOB considera que “la reemergencia de China como potencia global genera división entre los que perciben este hecho como un riesgo y los que lo ven como una oportunidad. Entre los primeros crece la preocupación por la pérdida de poder relativo o por las nuevas dependencias y vasallajes. Entre los segundos, resulta atractivo diversificar relaciones con potencias globales, y muchos ven Beijing como un socio fiable, un inversor comprometido, un aliado estratégico o, incluso, su única opción.”

Por su parte, Esther Duflo, premio Nobel de Economía 2019, advierte que el crecimiento asiático puede desacelerarse.»China e India han sido el motor para sacar a mucha gente de la pobreza en los últimos 30 años. En un mundo donde las desigualdades crecen y los ricos se vuelven más ricos, es cierto que la vida de los muy pobres también estaba mejorando. Si China e India disminuyen la velocidad o dejan de crecer, se planteará un gran interrogante sobre la legitimidad del capitalismo.”

En un informe titulado ‘Qué podemos esperar en China en 2020’ la consultora Mckinsey predice el crecimiento de la capacidad de consumo de los chinos pero también el mantenimiento de las rigideces regulatorias que dificultan la implantación de empresas extranjeras en beneficio de las locales. Mckinsey pronostica la consolidación del liderazgo chino en Internet de las Cosas, ciudades inteligentes, 5G y una actitud más favorable hacia blockchain y tecnologías no contaminantes. 

8- Ah… y vuelven las gafas inteligentes

“Sí, lo has leído correctamente. El ecosistema de visión aumentada verá una mayor actividad en el próximo año, comenzando con la realidad aumentada de audio (o AAR). Bose ha desarrollado un par de gafas de sol que permiten escuchar música, podcasts o hablar por teléfono. Los Echo Frames de Amazon ya permiten acceso a Alexa, y pueden incorporar lentes graduadas”, lo dice la futurista Amy Webb, directora del Future Today Institute.

También Apple trabaja en prototipos de gafas de realidad aumentada, según filtraciones que comenta The Guardian . Y si lo hace Apple…

Las gafas son un elemento más de una tendencia que progresa: aumentar  la realidad y aumentar las capacidades del ser humano ya sea con artefactos externos (gafas, por ejemplo) o implantes internos (microchips).

Joan Rosés – Collateral Bits